miércoles, 16 de junio de 2010

El opio del pueblo


No, hoy no vi el partido de Chile versus Honduras. No grite los goles, no me pinte la cara, no cambie mi foto de facebook, ni quise llegar más temprano a mi trabajo para ver el partido.
Al momento de las preguntas punzantes de los alumnos de primero medio, al momento de tratar de que estuvieran los 30 minutos de clase que me quedó luego de la batahola mundialera, los niños estaban más preocupados de porque yo era "poco patriota" al no ver el fútbol. Respondí rápidamente: "Ustedes no cantan ni la canción nacional". Sí, miré la paja en el ojo ajeno, pero hablar de porque desprecio el mundial con ellos, me pareció una pérdida de tiempo en ese minuto.
Ahora que lo pienso, siento que me perdí una buena oportunidad de poder explicar todas las razones que tengo para no apoyar el mundial, o más bien, considerar una exageración esta ola mundialera, cuasi tsunami que arrasa con todo y solo nos deja la bandera medio cortada (esa misma que ahora esta en el estadio donde la selección entrena).
Sinceramente, hace tres días atrás hablaba con mi hermana sobre sus razones de no ver el mundial, en las que se refería al espectáculo que se ha formado en torno a Sudáfrica. Claro, lo muestran como un país desarrollado y multicultural, como un país en el que ahora si pueden convivir blancos y negros, sin embargo, poco y nada hicieron los dos programas que intentaron ahondar en la realidad sudafricana. Se dijeron muchas cosas. Sudáfrica, un país que tiene altos niveles de pobreza, que las clases sociales tienen profundas diferencias, que el SIDA está a la orden del día, que es uno de los países con más delincuencia, violencia doméstica y homicidios en todo el mundo. Recordemos también, que el continente completo esta en constantes guerras civiles, que el tráfico de diamantes es un problema alarmante, que en los 90s fue el marfil y las pieles de animales, que es el continente que tiene más problemas sociales por las explotaciones de las potencias mundiales (que más que ayudar, solo han saqueado los no pocos bienes nacionales), que la gran parte de la población vive en campamentos para refugiados, que tiene altos niveles de mortalidad infantil, que los derechos civiles no existen y muy pocos sanitarios.
Pero dejemos a un lado al continente negro.
Cuando estábamos en la sala de profesores, unos alumnos entran y nos preguntan porque razón no estamos apoyando al país, la profesora de Historia declara que ella demuestra su patriotismo de otra manera. Buena respuesta.
Me parece triste que un país completo vea en 11 jugadores a los “guerreros” que van a defender a su país. Y me parece triste, por el pueblo chileno, y no por el sacrificio de esos deportistas. Me parece triste porque en este país no existe una prensa que sea deportiva, sino “futbolera”. Me parece triste que un país completo sea capaz de despertar a las 5 de la mañana para llegar a ver un partido. Triste, porque los modelos y los guerreros, que sin duda se han sacrificado mucho, no son reales modelos para los jóvenes. Algunos ni siquiera terminaron los 12 años de escolaridad obligatoria. Porque tuvo que venir un argentino obsesionado con el éxito y con el fracaso para poder hacer crecer a todo un país. Y me parece triste aun más, porque luego de todo esto, no va a cambiar la mentalidad del chileno medio. Porque el tener un partido a las 7.30 de la mañana, y su posterior triunfo, se convirtió en una batalla campal en Plaza Italia.
Y lo peor, es que hay todo un país paralizado, y puede que el mundo completo paralizado en eso, hay noticias hasta las 10.30 de la noche, que hablan solo del mundial, que el Chupete, que Medel, que Vidal, que etc, etc, etc. Que el desastre del sur y el frente de mal tiempo que preocupa a personas que a más de tres meses de un terremoto siguen viviendo en carpas o mediaguas, pasan sólo en 10 o 15 segundos. Que la gente valora a un presidente que duerme en un saco térmico dentro de una mediagua, que la gente no sabe que hay miles de colegios que siguen compartiendo sus espacios, que todo esto es un gran espectáculo. Tal como pretenden hacer con el Bicentenario.
Finalmente, todo esto es un gran opio, una droga, algo que te hace levantar y madrugar, moverte, estar concentrado, entender técnicas, etc. Pero es una creación de los medios de comunicación para ocultar una verdad. Y más que eso, de los empresarios y de los poderosos de este país, y de este planeta.
Espero que en algún minuto, seamos capaces de ver y de comprender. Espero, que esto no oculte una verdad terrible, pero creo que así es.
Para terminar, frente a la construcción rápida de una carpa en Constitución, en Dichato para ver un partido de futbol, una sola idea (no mía, lamentablemente):
Para el Estado, el deporte, y el futbol en especial, juega un papel sumamente importante y múltiple como forma de control de la población. A la masa, la enajena y la “hace feliz” al impedirle ensimismarse en sus problemas reales y tomar conciencia de su situación de explotada, marginada y humillada. Le ahorra la preocupación de buscar una salida a su condición de paria, sostiene el sociólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Arturo Palacios Aguirre.
(http://www.elciudadano.cl/2010/06/15/futbol-mecanismo-de-control-social/)

2 comentarios:

tino dijo...

HOLA ME PARECE MUY ACERTADO TU COMENTARIO, ASI PODEMOS VER LA OTRA CARA DE LO QUE ES SUDAFRICA Y BUENO YO TAMPOCO VI EL PARTIDO JAJAJAJ

Unknown dijo...

una pena que no haya visto el partido.
pero como su labor de profesora esta bien: revisar tareas, pruebas entre otras..